martes, 4 de enero de 2011

ALTERACIONES EN LA ERUPCION DENTARIA

 


Es básico conocer la cronología de la erupción para entender su patología.
Hay varios factores que pueden adelantar o retrasar la erupción de las piezas dentarias,muchos de ellos inespecíficos,y en un gran número de casos no es posible saber la causa de esta alteración.
Entre los factores conocidos podemos citar: traumatismos, pérdida prematura de piezas dentarias, retención prolongada de piezas temporales, arcadas de los maxilares pequeñas, anquilosis alveolo dentaria, malposición de los gérmenes dentarios o de las piezas dentarias antes de erupcionar, transtornos endocrinos fundamentalmente los tiroideos, fibrosis gingivales.
Los dientes temporales suelen erupcionar entre los 6 y 36 meses y los permanentes entre los 6 y 20 años, si incluimos el 3º molar o muela del juicio.
Es díficil establecer los márgenes de normalidad en las erupción dentaria, hay autores que dicen que para los temporales es de dos meses y para los permanentes un año, o sea que el diente que tiene que erupcionar a los 6 meses, se considera normal que lo haga incluso a los ocho meses.
Tenemos que diferenciar el retraso de la erupción de una o más piezas dentarias y la falta de erupción de estas.
Cuando hay falta de erupción, tenemos que diferenciar entre pieza incluida y agenesia dentaria.
Una pieza incluida es aquella que se ha formado, pero que no ha erupcionado dentro del tiempo que le corresponde, pudiendo o no llegar a erupcionar.
Una agenesia es cuando la pieza dentaria no se ha formado, por tanto nunca podrá erupcionar.
Para saber si hay retraso en la erupción, piezas incluidas o agenesias, es imprescindible hacer una radiografía, pero la haremos cuando nosotros lo creemos necesario, nunca la haremos antes de tiempo.
La erupción de las piezas dentarias puede causar molestias en el niño pequeño, con abundante sialorrea, pérdida del apetito, intranquilidad, dolor y el niño tiene la necesidad de morder todo lo que encuentra, el apretar algo sobre las encías le produce una sensación de bienestar.
Otras veces, aunque menos frecuente se produce una pericoronaritis purulenta, con fiebre y diarrea.
En los adultos, en general los problemas los dan los cordales (3º molar o muela del juicio), que a menudo producen pericoronaritis de repetición, con supuración, dolor y trismus, el paciente puede presentar un gran edema facial y con imposibilidad de apertura bucal.
Las causas más frecuentes son las dificultades mecánicas de la erupción (cordales con falta de espacio para erupcionar, cordales en mala posición).
El tratamiento será prescribir antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios, y estudiar radiologicamente el caso, para ver la posibilidad de erupción o realizar la exodoncia quirúrgica de la pieza o piezas.
Cuando una pieza erupciona fuera de su lugar decimos que hay una ectópia, en general sucede cuando hay falta de espacio para erupcionar, aunque hay casos totalmente anómalos.

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